viernes, 9 de diciembre de 2011

¡ Felicidades por su calificación final !

Queridos alumnas y alumnos:

Hemos llegado al final del curso. Como vieron, la última clase fue un tanto tétrica y pesimista; pero es necesario que encaremos, de vez en cuando, la autocrítica. El paradigma biomédico nos ha dado instrumentos portentosos para cuidar y recuperar la salud, pero nos ha hecho arrogantes y cínicos también, y los resultados fue lo que vimos...y hay más ejemplos.

Por eso la gente, el público, nos tiene desconfianza. Por eso duda en acudir a nosotros cuando enferma, por eso el lema de "médico y abogado, cuanto más lejos, mejor..." Ni hablar...algunos colegas nuestros han hecho cosas atroces, y todos en cierta medida pagamos por ello, aunque todos, en cierta medida también, tenemos algo de responsabilidad.

Pero bueno, si bien tenemos mucha mugrita que esconder bajo las alfombras, podemos ciertamente afirmar que la mayor parte de las veces la Medicina practicada dentro del paradigma biomédico es luminosa, muchas veces efectiva y no en pocas totalmente curativa. Estemos orgullosos de esos logros, pero mantengámonos humildes. Los médicos no, nunca, haremos milagros. Podremos ayudar muchas veces, pero la muerte inevitablemente nos arrebatará a muchos pacientes.

Espero que hayan disfrutado aunque sea un poco de las clases de Historia de la Medicina; no sean injustos, no todas las clases fueron aburridas; les conté algunas buenas historias, algunos chismes y a veces hasta indiscreciones. Ojalá y les haya gustado. Lean la Historia de la Medicina, ya no como materia obligatoria, sino como lectura de relajamiento. La van a disfrutar el doble.

También espero que algo hayan aprendido. Espero que lo que hicieron Hipócrates, Galeno, Vesalio, Ambrosio Paré, Harvey, Boeerhave, Morgagni y otros héroes de la Medicina lo tengan siempre bien presente. Hay héroes que no debemos olvidar nunca.

Por lo demás, no me interesa que recuerden muchos nombres ni muchas invenciones; espero que mejor hayan podido reflexionar sobre algunos temas que tocamos más a profundidad, y que tengan una mejor idea ahora de quiénes son ustedes y de quién debe modular sus actos y sus pensamientos. No se vale que en lo por venir ustedes se sientan víctimas de las tradiciones o de los pensamientos que otros len  han inculcado hasta la médula; aprender a pensar con libertad es la lección que más me interesa haya quedado en cada uno de ustedes.

Sí, por favor, háganme creer que el chamán que había en cada uno ha desaparecido para siempre. Ya tendrán tentaciones para revivirlo; no en balde en la ciudad de México DF este año se han practicado 11 exorcismos. Pero, cuando sientan que revive el chamán, vuelvan a pensar un poco en Galileo, en Descartes, en tantos que fueron perseguidos por profesar una verdad. Sean siempre científicos en su quehacer médico, y si quieren ser religiosos, séanlo en lo personal, en lo privado, pero nunca hagan Medicina con la religión, ni tampoco hagan religión con la Medicina.

Les pido perdón por haber sido, en ocasiones, tan vehemente crítico de la religión y de los religiosos. Si a alguien molesté, le pido perdón: no era mi intención molestar, pero si marcar en todos la duda. Yo creo firmemente que allá en los cielos no existe nadie que nos pueda ayudar o, si existe, parece estar muy ocupado en otras cosas como para atender asuntos de la Tierra.

Les reitero: estudiaron Historia de la Medicina no para ser eruditos repetidores de fechas, nombres e inventos, sino sobre todo para que en ustedes tome forma la posibilidad de que sea, cada uno de ustedes, alguno de esos héroes de que tanto hablamos, alguien que dé un pequeño paso más por mejorar la Medicina así como la practicamos hoy en día, y que hablen mucho de ustedes en las clases de Historia de la Medicina del siglo XXIII ó XXIV. Sí se puede, Sí se puede. Si ustedes dan ese pequeño paso, le habrán hecho el mejor homenaje a todos los héroes que nos han precedido y de los que tanto hemos hablado...y yo me sentiré muy feliz.

Les abrazo con todo mi afecto.

Alejandro V Gómez Alcalá